viernes, 14 de febrero de 2014

Sobrecarga informativa y dispersión


He encontrado dos artículos relevantes sobre el tema de la sobrecarga infromativa y cómo administrarla. La primer nota es el artículo de wikipedia la sobrecarga informativa o infobesidad1.
“Se refiere al estado de contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema. Grandes cantidades de información histórica para analizar, una alta tasa de nueva información siendo añadida, contradicciones en la información disponible, una relación señal-ruido baja dificultando la identificación de información relevante para la decisión, o la ausencia de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información pueden contribuir a este efecto.”
El término (del inglés information overload) fue acuñado en 1970 por Alvin Toffler en su libro Future Shock. En español lo conocemos especialmente gracias al neologismo infoxicación, que acuña en 1996 Alfons Cornella. Al final del artículo, las etiquetas que se incluyen son “ciencias de la Información” y “Problemas no resueltos”. No soy la única enferma.
El segundo artículo es Infoxicación: cuando la respuesta no es tecnológica, sino cultural, escrito por Javier Velilla, el que plantea en términos saludables y gastonómicos, citando a Clay Johnson, y su libro The Information Diet:
Johnson propone una nueva dieta informativa más saludable: evita las grandes cadenas, acércate a las fuentes, prioriza los medios que te permiten elegir las noticias que quieres, evita la repetición (es un frito de un frito), escoge bien, lee menos pero mejor, utiliza buenos hábitos… Estoy convencido de que editar es una respuesta realista y saludable a la intoxicación. Todo lo demás es sólo tecnología.”


En el proceso que me encuentro, de alfabetización crítica sobre el usos de las tecnologías de la información (TIC) y su administración,  intentando adquirir ciertas competencias digitales que me permitan no sólo formarme sino generar un entorno personal de aprendizaje que sea de utlidad para los alumnos. Desde mi perspectiva como artista del siglo pasado, el  grado de estrés que me produce todo ésto, el vértigo de la navegación web, es paralizante. Así lo son también las aplicaciones, amigables y todo, que con tutoriales claros y eficaces me guían, pero que son demasiadas y muy rápidamente he de adquirir nuevas. Estoy en shock.


Es por esto que he debido, antes que nada, aceptar que mi ritmo personal de aprendizaje es uno, y no es estable, ya que lo he de compatibilizar mi creación con mi trabajo docente,  con los de comunicación, la vida social y familiar. Esta dispersión quizás sea lo que me hace ser yo, con cruces que se producen entre mis competencias interpersonales, interculturales y sociales, y cargan de afectividad mi experiencia de navegación y aprendizaje. 


Ya he intentado con una docente Mariana Fosatti, quien me ha ayudado a organizar mis blogs y ha intentado mejorar mi infoxicación. A propósito, navegando su web veo un interesante artículo sobre mi interés e-lerning y educación artística.  Estoy infoxificada otra vez. He encontrado en el repositorio digital de la universidad de cartagena una experiencia de innovación docente GOUMH: aprendizaje colaborativo en Bellas Artes con APS de Google que me ayudó a interiorizarme en la necesidad imperiosa que tengo,como artista y docente, de correr el riesgo de sobrecarga informativa antes de no exponerme a la red. Es tan fértil! Ya no es posible aislarme. No tengo escapatoria. Debo aprender a ordenar y filtrar. Heme aquí en #EduPLEmooc intentándolo otra vez.


Creo que las herramientas más importantes son el etiquetar, y en este aspecto estoy interesada en familiarizarme más Diigo que me está siendo práctica como herramienta para organizar. Y confiar.

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